Si eres un amante de la buena vida y buscas los sitios imprescindibles de Chile que debes conocer, te sugerimos que vengas a Isla de Maipo. Un pequeño pueblo del Valle Central de Chile localizado en el corazón del Valle del Maipo dentro de la Región Metropolitana de Santiago.
Gracias a sus bodegas y viñas es conocido como un destino enoturistico pero además, sus tradiciones, su historia y su herencia cultural, singularidades que aún permanecen vivas, harán que la visita a Isla de Maipo sea una experiencia inolvidable si te acompaña un buen guía que te cuente los detalles más interesantes y te muestre los secretos ocultos del lugar.
La esencia de la zona, de aire fresco, verde y tradicional, tiene su origen en un crisol multicultural de sustrato local e influencia europea en el que se aprecia una proyección internacional basada en la calidad y el cuidado por la elaboración de los productos y por la imagen.
En Isla de Maipo, tierra de huasos, conviven las bodegas familiares, donde el vino es producido y envejecido siguiendo los métodos más tradicionales de generación en generación, sitios íntimos donde te sentirás como en casa y podrás catar vinos en un ambiente amigable y familiar, con reconocidas viñas y edificios de diseño en donde podrás probar algunos de los clásicos y también los vinos más innovadores que se producen en el Valle del Maipo y en todo Chile.
Es la zona agrícola y bodeguera por excelencia de la Región Metropolitana.
Un valle con gran abundancia de agua y una importante variedad de huertos con distintas especies de árboles frutales y verduras. Sus viñedos producen un vino de mucha calidad gracias al suelo de aluvial pedregoso, al clima mediterráneo de la región y a un micro clima especial fresco y húmedo propiciado por su proximidad a la cordillera de la Costa.
Viñedos y bodegas de Isla de Maipo
Si bien hay constancia escrita de que las primeras vides de la Región Metropolitana se plantaron en el Siglo XVI, la historia de la producción del vino en Isla de Maipo comienza en el Siglo XVIII, cuando los descendientes del primer colonizador español, Don Juan López de Córdova, introducen y cultivan los primeros árboles frutales y vides en los bancos del río Maipo que en esa época formaba en el valle un gran delta virgen, repleto de islas.
Sus viñedos fueron los primeros en cultivar variedades finas traídas de Europa.
Ya en el año 1874, el visionario empresario chileno Don Francisco de Rojas y Salamanca importó cepas finas de Francia y estableció un viñedo en el Valle del Maipo, a los pies de la cordillera de los Andes. Allí plantó variedades como Cabernet Sauvignon, Merlot y Petit Verdot para vino tinto, y Chardonnay, Sauvignon Blanc y Semillon para vino blanco. Estas cepas fueron traídas a Chile libres del insecto filoxera, parásito que acabó con la mayoría de las viñas de Europa. Por tanto, no tuvieron que ser injertadas para protegerse de la plaga y mantienen el pie franco. Este viñedo fue el origen de Viña Tarapacá. Sólo dos años después de ser fundada, obtuvo su primer reconocimiento internacional en el «Centennial International exhibition, 1.876, Filadelfia, Estados Unidos.»
Durante el Siglo XIX la producción de vino se incrementó gracias a la labor de pequeños productores y bodegas familiares, donde el vino era elaborado mediante los métodos más tradicionales. Algunas de esas mismas familias continúan hoy en día con esta centenaria tradición.
Es en el Siglo XX cuando comenzó la revolución que ha dado al Valle del Maipo una personalidad diferencial y única. Familias europeas con una importante tradición vitivinícola procedentes de la Navarra española (Familia Gil – Viña Miraflores) y de distintas regiones de Italia: Riviera italiana (Familia Cánepa – Viña Terramater), Vignanello (Familia de Martino – Viña de Martino) y Piamonte (Familia Pavone – Viña Santa Ema), se establecieron en Isla de Maipo trayendo consigo sus conocimientos y sus distintas técnicas.
Más allá de las excelentes y mundialmente conocidas bodegas del valle, como Concha y Toro, Undurraga o Santa Rita, algunos de los vinos chilenos mejor categorizados internacionalmente se producen en Isla de Maipo. Ejemplo de estos viñedos que hablan por sí solo son las bodegas Tarapacá, De Martino, Santa Ema, Miraflores o Terramater.
Patrimonio arquitectónico
Uno los signos de identidad de Isla de Maipo son sus típicas casas de fachadas de adobe, reminiscencia de la arquitectura colonial, como las que hay a lo largo de la Avenida Santelices. Desgraciadamente, los techos originales de teja, destruidos por los terremotos. han ido desapareciendo de la localidad.
Algunas de las casas aún conservan su corredor externo y en el frente crecen magníficos plátanos orientales centenarios. La avenida Santelices de Isla de Maipo cuenta con el reconocimiento gubernamental de zona de conservación Histórica. Es decir, se encuentra protegida por una regulación especial.
Naturaleza. Naltahua.
Naltahua es una localidad rural de Isla de Maipo, con un importante desarrollo de pequeñas propiedades agrícolas trabajadas por familias. A estos hombres del campo se les conoce en Chile como «huasos».
Está situada en su totalidad dentro de una zona llamada Cordón de Cantillana. Sitio prioritario número uno para la conservación de la biodiversidad de la Región Metropolitana de Santiago.
Patrimonio industrial. Antiguas minas de oro y cobre de Naltahua.
Los primeros datos escritos datan de principios del s.XVII cuando la explotación era parte de una Real encomienda a cargo del español Don Ignacio de la Carrera e Iturgoyen y el mineral era extraído con picotas por los indios.
Las minas siguieron siendo explotadas en el Siglo XIX por pequeños propietarios de «piques mineros». Debido al gran potencial de cantidad y calidad de mineral, la compañía francesa «Societé des Mines de Cuivre» decidió establecerse en Naltahua en la primera década del Siglo XX y desde entonces continuó con la actividad durante 50 años.
Te proponemos realizar un viaje al pasado e imaginar la mina en plena actividad, con cientos de mineros trabajando y a recrear con nosotros sus edificios, sus altos hornos de fundición o las vías y túneles por donde se extraía y transportaba el mineral.
Religión. Nuestra Señora de la Merced
La iglesia de Nuestra Señora de la Merced, que tiene categoría de Santuario y aspira a convertirse en Basílica menor debido al milagro de la Virgen que tuvo lugar en Isla de Maipo en el año 1.899, y la religiosidad de los isleños, son un reclamo turístico importante.
La festividad de la Virgen de la Merced es una de las tradiciones mejor conocidas de Isla de Maipo. Este evento tiene lugar anualmente el último domingo de septiembre. La fiesta atrae a más de 80.000 peregrinos todos los años.
Antecedentes históricos del Destino.